viernes, marzo 23, 2007

Apática (e) inmóvil

El tiempo que pasó esperando no hizo más que absorber todo el resto de vida que le rodeaba. Toda su energía puesta en esa única mirada penetrante que concientemente trataba de modificar un estado de sosiego reinante. Apaciguaba los interminables momentos de ansiedad con efímeras distracciones que jamás lograban ocupar completamente su ser, haciendo que perdurase sin cesar la vigilia que lo aquejaba. Había períodos en los que dudaba de sí mismo y de su capacidad para descifrar y comprender las esporádicas y débiles señales que provenían desde ese otro lugar. O era acaso que no querría enfrentarse nuevamente con la reclusión de lo profundo? Sea cual fuere la razón, sabía perfectamente que ninguna explicación era válida para aquietar el suplicio frente a una realidad que ya se hacía presente.

Siempre supo que toda acción tenía su particular reacción. Pero ahora pudo notar que la tediosa espera se esfumaba cuando tomaba acción contra el mundo sin detenerse para aguardar una reacción. Y no era por el mero hecho de que no le importase. Estando él en movimiento constante por el espacio emanando acciones, esas otras fuerzas provenientes de lo circundante, las reacciones, no se perdían en la estela que su presente desprendía, sino que siempre lo alcanzaban, conmoviéndose en su misma dirección, haciéndose presente en su espectro en algún instante posterior.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

que bueno que volviste...
todavia somos algunos visitando estas tierras..

8/5/07 4:40 p. m.  

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