miércoles, agosto 23, 2006

Según sople el viento

Yo, por las características de mi trabajo, soy un trabajador ‘freelance’. Ésto quiere decir, básicamente, que tengo trabajo cuando me llaman de algún lugar donde me necesiten o cuando estoy desarrollando un proyecto personal.
Vengo de tres semanas movidas en el aspecto laboral. Una seguidilla de trabajo sin pausa, de esas que se aparecen de vez en cuando. El compañero freelancero comprenderá rápidamente a lo que me refiero cuando digo que, en general, las llamadas laborales aparecen todas juntas en un corto plazo. Éstas son de tinte bardero. Irremediablemente, les gusta llegar acompañadas y superponerse, estremeciendo el ambiente, cual grupete de adolescentes arribando a una fiesta. No se acomodan en un lapso de tiempo uniformemente, sino que por un tiempo no se las oirá y luego llegarán al galope, una horda entera, irrumpiendo el silencio. Pero, así como dice el dicho, siempre después de la tormenta llega la calma. Y llegó.
Por un par de días, o más, llega el tiempo del descanso. A veces por decisión propia, y otras, por fuerza mayor. Y hay varios factores que denotan que llegó el momento del ocio. Algunos son:

- Voy al supermercado.
- Mi madre me pregunta si voy a ir a su casa a almorzar.
- Miro Seinfeld.
- Entro por Internet a Clarín 5 o más veces en 20 minutos.
- Cocino.
- Pago las expensas en fecha.
- Lavo los platos después de comer.
- Escribo más seguido en el blog.
- Ordeno mi casa.
- Acepto las invitaciones a jugar al ping pong en lo de mi hermano.
- Me lavo los dientes cerca de las 12 del mediodía, o antes si tengo que salir.
- Molesto a mis amigos trabajadores por msn.
- Por msn, mis amigos trabajadores me dicen que deje de vaguear.

2 Comments:

Blogger Sebi said...

Creo que con poner "Miro Seinfeld", sin mencionar ninguno de los otros puntos, alcanzaba...

23/8/06 1:37 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

VAS AL GIMNASIO!

29/8/06 6:26 p. m.  

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