miércoles, agosto 16, 2006

Perdido bajo el mundo (segunda parte)

Y entonces abrí el sobre. Sus palabras me sorprendieron de entrada. Eso que yo leía eran algunos de los pensamientos de esa chica que tímida y distante se fundía con el silencio escurriéndose a través del bullicio de ese 4to B. Ninguna de las palabras escritas parecían haber salido de esa chica que yo veía diariamente, y sin embargo todas emanaban una sinceridad absoluta.
No podré recitar aquí el contenido exacto de la carta en cuestión dado el tiempo que ha pasado desde entonces, y por el hecho de que uno cuando es un niño agranda las cosas y los hechos y las sensaciones. Pero recuerdo que hablaba del afecto que ella tenía hacia mí y lo que yo era entonces, de cómo admiraba que yo haya actuado en la obra y lo bien que le pareció que lo había hecho, y finalmente de que le gustaría que pudiésemos seguir juntos. A grandes rasgos eso es lo que me viene a la mente. Algunas cosas podrán ser ciertas, otras producto del cóctel de mi imaginación y el tiempo.
Debo haber leído la carta dos o tres veces más antes de volver a guardarla en su sobre. La puse entre mis manos y recostado en el respaldo de la silla miré el alto techo de la recepción por un rato antes de volver con mi familia y retornar a casa.
Entré a mi cuarto y antes de bajar a comer guardé la carta en un cajón. Cena, algo de tele y a mi cuarto otra vez. Cerré la puerta, saqué la carta y la releí. Una vez terminado tuve que pensar el lugar donde la guardaría. Si caía en las manos equivocadas podía producir una catástrofe de dimensiones monumentales. Si era en las de mis padres, una vergüenza importante, dada mi edad y la negación a compartir con ellos, o con otro ser humano, mis sentimientos hacia alguien del sexo opuesto. Si era en las de mi hermano mayor, en ese entonces cursando 5to B, una serie de insólitas y escandalosas burlas que acabarían con esa aparente igualdad a la hora de las riñas ocasionales, dándole una superioridad inalcanzable, sometiéndome a su tiranía y servidumbre por el resto de nuestra niñez.
Pensé y pensé, poniendo el sobre en distintos lugares y sometiéndolos a prueba. Finalmente encontré el lugar ideal. Sobre la cajonera que se encontraba al pie de mi cama había un mapamundi, obsequio cumpleañero de parte de mis abuelos paternos. El globo, del tamaño de una pelota de básquet, reposaba sobre un pie metálico marrón en forma cónica. Allí debajo reposaría la venerada carta. En ese entonces no tuve en cuenta que cualquiera que levantara o moviera el mapamundi encontraría el sobre. Y cada vez que tenían que limpiar mi cuarto indefectiblemente movían el globo terráqueo. Su peso era liviano, y con un simple toque se movía. Así que concluyo que más de una persona habrá encontrado la carta, aunque no me lo hayan dicho jamás. Pero yo estaba contento y cada tanto volvía y levantaba el mundo para encontrar las palabras que me inflaban el pecho y me sacaban una sonrisa.
Habrán habido algunas fiestas donde bailamos y algunos recreos donde cruzamos alguna palabra, pero el tiempo pasó, no sé cuanto, y un día en la clase, por la tarde, se me acercó su mejor amiga, esa misma chica que había iniciado todo, y me dijo que mi novia me ‘cortaba’ porque quería ‘meterse’ con un compañero mío. “Bueno” dije yo, quedándome con un sinsabor en el cuerpo.
Desde ese entonces me pregunto si fui demasiado descuidado con ella. Si fue esa la razón de la ruptura o si simplemente era algo que tenía que suceder. En esa época se cambiaba de novia como de juguete preferido, y mi grado no era la excepción.
Hablé con ella menos de lo debido? La saqué a bailar poco en las fiestas? Debí haber respondido la carta?
Nunca pude hablar del tema con la chica en cuestión, o por lo menos no recuerdo haberlo hecho. Mientras tanto, el sobre se perdió de la mano de mis deseos por volver a leer esas líneas. Nunca supe donde fue a parar, aunque admito que alguna vez revolví los cajones de mi escritorio en busca de otra sonrisa.

9 Comments:

Blogger Sebi said...

Debo decir que nunca encontré tal carta...

Por que ni limpiaba tu cuarto, ni tenía permitida la entrada sin tu autorización previa.

(acabo de darme cuenta qué tiene que ver la foto esa con tu post).

16/8/06 4:37 a. m.  
Blogger Cadmo von Marble said...

A mí mandaron una carta de esas cuando estaba en quinto grado, pero venía de parte de dos chicas (anónimas) y tenía un beso marcado con lápiz labial. A mí me repugnó y me escandalizó que alguien hiciera algo así (admito que no me fijé en las personas del otro sexo hasta tener unos doce años). La descuidé, la encontró mi vieja y se habló del tema durante toda la cena.
Mi enojo no tenía límites.
Después me olvidé, claro, hasta ahora.

16/8/06 11:24 a. m.  
Blogger E said...

Hubiese pagado por haber estado en esa cena.

16/8/06 1:47 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

5º grado. ¡¡¡Que momentos!!! Mi enamorda era la mas linda de la clase, y yo, su "enamorado mudo" todavía no había caído en la cuenta de que teníamos el rótulo de "novios" hasta... que en una tarde nublada de primavera y bajo el timbre de la dirección en estado de penitencia...

...una amiga de ellas se acercó y me dejo una nota que decía cruelmente, mas o menos así: "Ya no somos novios". Me puse mal, pero el tiempo lo curó y el viaje de egresados a Bariloche me dió la revancha! JA!

16/8/06 6:03 p. m.  
Blogger MARINA said...

Tanto tiempo paso y todavia te lo seguis preguntando??
no pierdas tiempo ni te quedes con la intriga y preguntaselo a ella... ajjajaj
Este donde este y sea quien sea esas cosas no se olvidan.... lo de chico te marca...ajajja
...Igual tendrias que haber respondido esa cartita...

17/8/06 12:13 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

cuantas dudas y preguntas me quedan sobre esa epoca (tambien sobre epocas mas recientes), cuantas epocas, siempre fantaseo con: "la proxima vez que me cruce le voy a preguntar que paso, total ya paso.." y me resulta imposible, me vuelvo un niño, o un adolescente, o lo que sea pero no puedo.

(esta bien, prometo que ya voy a ir al psicologo)

17/8/06 1:13 p. m.  
Blogger Sebi said...

mat, poneme en tus links. yo te puse en los mios.

17/8/06 1:22 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

tengo dudas sobre muchas cosas de mi vida... pero por suerte sobre mi relación con Herni Losicer en tal época no me quedó nada inconcluso.... que alivio!!!!

17/8/06 9:37 p. m.  
Blogger MARINA said...

Tal vez lo mas raro sea que tengo mas dudas de ahora que en esa epoca... cuando sos chico decis mas todo sin adornos y como te sale por mas timidez que exista, encontras la forma, en cambio ahora tal vez si me pasa que me pregunto q paso y a veces que pasa... si... todo, que paso, que pasa, que me pasa, que le pasa, tal vez el problema es preguntarse tanto... o dudar.... ahh y antes que me olvide esto va para quien hablo de ir al psicologo... creo que no termina esto cuando vas al psicologo, esta bueno ir pero no pensando que uno va a "terminar" algo sino que es solo el principio de algo, o de otra cosa....

18/8/06 4:05 p. m.  

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