sábado, agosto 05, 2006

Perdido bajo el mundo (primera parte)

Corría 4to grado. Es esa época donde los varones dejan de tratar a las chicas como enemigas y rivales y empiezan a comprender de que se trata eso de que ellas usen polleras y no pantalones (característica ineludible de colegios donde se use uniforme). Comienzan los cumpleaños donde los magos (El Mago Ribak, en mi caso) dejan su lugar a los Disc Jockeys y a las fiestas. Fiestas diurnas, a la salida del colegio, en casas o salones, con chizos, papas fritas y palitos Pep, con comienzo tímido y final a todo trapo con todos bailando en pareja en fila, niños de un lado y niñas del otro, cual acto militar.
En mi grado, 4to B, hubo una semana en particular en donde se dio una revolución en el terreno del amor, si es que se le puede llamar así. Uno de mis compañeros, y creo recordar quien, le preguntó a una chica si quería ser su novia. La respuesta de ella causó lo que sería, hasta el día de hoy, una revuelta de dimensiones inimaginables y sin paralelismos. El ‘sí’ hizo que todos los chicos de ese 4to B comprendieran que era posible tener pareja, tener una compañera, tener una novia. Que también eran capaces de obtener eso que los mayores tenían, y que a sus pequeños ojos los convierte en hombres.
Y así fue como en esos cuatro o cinco días todos salieron a la búsqueda de una mujer. Existieron los más rápidos y desfachatados que no tardaron en quedarse con las chicas populares y lindas, también aquellos que tuvieron que acercarse en grupo para sentirse más seguros. Y después estaba yo. Tímido y sin aparente elección a la vista, no hice movimiento alguno.
Para mi sorpresa, en uno de los recreos, el de la tarde, el que iba desde las tres hasta las tres y veinte, en el patio de adelante bajo el sol, se me acercó una de las chicas, una que ya estaba tomada por otro, y sin anestesia me preguntó si quería ser el novio de su mejor amiga. Su amiga era linda (no era la belleza del grado), inteligente y muy callada. No era una de las históricas, había entrado al colegio ese año. Recuerdo que la respuesta salió de mi boca sin pasar por el cerebro. Un sí rotundo. El “bueno” de la chica selló el acuerdo vertiginosamente y salió en busca de su amiga para darle las buenas nuevas. Una sonrisa ‘tarea cumplida’ adornaba mi cara y cuando sonó el timbre volví caminando diez centímetros por sobre el suelo hasta la clase. En los días siguientes la miré varias veces, pero nunca hicimos contacto visual. Mucho menos me acerqué a hablarle. La situación me resultaba demasiado embarazosa como para enfrentarla.
Luego llegó el momento de la obra anual de teatro, donde a todos nos tocaba formar parte. Me quedé con uno de los papeles principales gracias a que yo hablaba bien inglés, y ese era el idioma de las obras en los colegios bilingües. A ella, por su personalidad, le tocó ser del equipo de ‘backstage’, que se ocupaba de las escenografías y la utilería. La función fue un éxito. Minutos después de finalizar, y con el deber cumplido, alguien se me acercó y me entregó una carta. En el sobre estaba escrito mi nombre con su letra. Aún agitado por el esfuerzo de la actuación, en ese patio cubierto, rodeado por compañeros, maestros y familiares saludando a los protagonistas, escondí la carta entre mi ropa y corrí hacía la recepción del colegio, el mismo lugar donde te mandaban cuando te portabas mal, donde estaba la oficina del director. En soledad, me senté en una silla, recuperé el aliento y abrí el sobre…

CONTINUARÁ.

4 Comments:

Blogger Cadmo von Marble said...

Qué época dorada esa, cuarto grado. Y sí, yo le tenía un miedo abismal a las chicas. Decir hola costaba horrores... Que venga la segunda parte, che, hay curiosidad.

6/8/06 3:01 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

que epoca...
sera asi hoy tambien?
se mandaran mesajes de texto?
o eso recien es en sexto grado?
bailan con los brazos extendidos? es diferente la situacion?

quiero la segunda parte.

7/8/06 5:10 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

quiero saber quien era ella........

7/8/06 7:03 p. m.  
Blogger E said...

Antes no deberíamos saber quién sos vos?

7/8/06 10:04 p. m.  

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